martes, 17 de mayo de 2016

LOS /LAS SEGUIDORES

Comienzo con sincerarme diciendo que estoy bastante cansada de escuchar en diferentes ámbitos términos relativos al liderazgo, formación de líderes,  trabajar tus dotes para liderar etc. Claro que no es extraño que fundamentalmente vengan del mundo empresarial, del aumento de la productividad que por cierto se entromete y no siempre felizmente en hacer psicología aplicada. De hecho a veces asistimos a una verdadera invasión.

Es obvio que en los grupos humanos hay líderes.  Pero esta vez no quiero hablar de esas personas que tienen tendencias innatas a liderar, sino de las otras gentes, de la mayoría,  de los que sin ellos y ellas los líderes no tendrían cabida. Me refiero a los seguidores.

Para comprender porque con tanta facilidad nos convertimos en seguidores tenemos que irnos a unos cuantos miles de años atrás,  por no decir algún  millón.

Charles Darwin nos lo explicó  en 1871 "Es necesario coordinar las acciones de cada uno con los demás para poder escapar de las situaciones amenazantes para el grupo". Para sobrevivir había que unirse al grupo porque la vida se ofrecía hostil y solos disminuía nuestras posibilidades de supervivencia. Con lo que somos sociales más que por elección,  por evolución y subsistencia.

Así parece que lo práctico y lo más fácil es seguir a otros y no ir por libre. Esto puede verse en grupos naturales que permanecen cohesionado y se mueven juntos aún sin tener una cabeza visible como en los bancos de peces.

Así  que el liderazgo no nació en una escuela de formación,  nació como una circunstancia en el que quizás el más fuerte, la más joven, las más rápida,  la más inteligente, el más dominante etc fue escogido para dirigir  alguna tarea necesaria para la supervivencia del grupo.

Claro que si no hay seguidores, no hay líder. Y quiero hablar de la importancia relevante de estas personas en las dinámicas grupales, ya que ellas son las que coordinan sus acciones, sus palabras y sus ideas para llevar a cabo un proyecto o tarea en común.

Es admirable que sin que nadie reconozca su gran labor sean capaces de dejar de lado sus deseos personales e incluso sus necesidades para apoyar al líder de una causa. Lo hacemos todo el tiempo, somos seguidores de ideas políticas, religiosas, filosóficas, de hábitos, de rituales, de modas y !cómo no! de redes sociales.

El psicólogo Mark van Vugt en su libro Selección publicado en 2010 nos explica que la capacidad de seguir a otros surgió como un proceso adaptativo. Esta cualidad debe poseer características instintivas más que aprendidas. Y así es. Los bebés siguen el rostro y la voz de su madre creando un vínculo afectivo con ella e imitando sus emociones y comportamientos. Es la primera relación  lider- seguidor de la vida, por cierto fundamental para sobrevivir.

Mark  van Vugt

Por esto este psicólogo apunta que los niños que se crían sin padre no suelen ser buenos seguidores y presentan problemas a la hora de aceptar normas sociales. Así que si un niño/a no aprende a seguir, suele sentirse menos intimidado cuando tiene que tener el rol de lider.
En la escuela se forman grupos y los líderes organizan y proponen los juegos. En la adolescencia se agudiza la necesidad de pertenencia al grupo y de ser seguidor.
Con todo lo que quieren vendernos ser líder no es un chollo pues no obtienen más beneficios que los seguidores y su trabajo es más arriesgado y con mayor exigencia. A pesar de que ser seguidor tiene muchas ventajas, tiene un riesgo importante y es el de acomodarse y esperar que el otro lleve la voz cantante, hecho que nos hace ser sujetos vulnerables a soportar situaciones de abuso por ejemplo.
Hay tipos de seguidores, como hay tipos de líderes.  Los hay muy cercanos al líder, los hay de media distancia y los hay al final de la cola. Los que deciden sentarse al lado del líder o caminar a su lado, tienen la posibilidad de aprender, de absorber conocimientos, formas de conducirse, aspirar a ocupar el puesto y pelear por ello.
Además de revindicar  la importancia de los seguidores quiero comentar que no es sólo crucial tener claro nuestro rol en los grupos en los que participamos, sino conocer y reflexionar sobre el tipo de seguidor/a o líder  que soy.
No estoy de acuerdo con Steve Jobs cuando dice que "la innovación es lo que distingue a los líderes de los seguidores". En muchas ocasiones los líderes se han apropiado de las ideas propuestas por los seguidores. De hecho, hay auténticas usurpaciones históricas que encumbraron a innovadores que no lo hicieron.
Lo que necesitamos realmente son líderes empáticos, positivos y solidarios y no abusivos y por supuesto seguidores  concienciados y comprometidos que ayuden al grupo a tirar para adelante sin dejar de ser ellas y ellos mismos.
Es fundamental que si queremos crecer como personas tendremos que ser conscientes del rol que hemos decidido adoptar y ser consecuentes con ello. Ningún rol nos exime de poner toda la carne en el asador en lo que nos toca. Y al final los seguidores tienen mucho poder, pues el trabajo conjunto definitivamente es el que produce el  resultado.


Quizás haya que pensar en reducir el número de líderes y ser mas conscientes del poder de los seguidores....

....Habrá  que observar más el movimiento de peces ... y hacer escuelas de seguidores conscientes, responsables y con ideas propias.
           
Rosa ( Facilitadora  de Asociación Oreka)

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