La primera vez que oí hablar del libro ¿Quién se ha llevado mi queso? fue a un profe sabio en la Universidad con el que aprendí mucho. Uno de esos enseñantes que pasan por nuestra vida dejando huella, de la buena, claro (de los otros/as hoy mejor no hablo). Desde que acudí a sus clases, me acerqué al psicoanálisis de una manera cauta y respetuosa; a él le debo despojarme de caer en la tentación de hacer críticas fáciles, superficiales, y descontextualizadas. Desde entonces procuro leer a los autores, aunque a veces sea arduo terreno, y no lo que se dice de ellos. De este modo saco mis propias conclusiones y no vivo ni me alimento con las de otros.
Pues bien, quiero recomendar este archiconocido librito con varias docenas de ediciones, apenas algo más de 100 páginas. Una historia de muy fácil lectura.
¿Quién se ha llevado mi queso? Fue escrito por un norteamericano llamado Spencer Johnson , escritor y psicólogo que viene de escribir libros para el mundo empresarial ( !Cómo no! )
Por ello, tuve que deshacerme de algunos prejuicios y en un alarde de valor me compré el libro por lealtad al profesor. Era cierto: servía para pensar.
¿ Cómo acometemos los cambios inesperados de nuestra vida?¿ Qué hacemos cuando lo que parecía seguro desaparece de un plumazo?
En este libro se habla del cambio y de adaptación . Los protagonistas son 4 ratones: Fisgón, Escurridizo y dos liliputiense llamados Hem y Hay. Representan las cuatro actitudes más frecuentes .
No me cambió la vida leerlo pero no me hizo daño, al contrario, me hizo reflexionar.
Pero lo mejor es que poco tiempo después entre los estantes de una librería y por casualidad, tiempo después me encontré su réplica en un pequeño libro titulado "Yo me he llevado tu queso". Su autor es Darrel Bristow-Bayer, un conocido periodista sudafricano.
Os transcribo parte de la contraportada:
"Lo malo de los manuales de autoayuda que nos invaden es que te obligan a hacerlo todo por ti mismo."
Si antes sospechaban que los manuales de autoayuda eran una sarta de tonterías, ahora no te cabrá la menor duda.
Es un libro crítico con este tipo de publicaciones (los he leído mejores) pero yo me divertí mucho leyéndolo. Es ameno y satírico, sobre todo con las corrientes de moda y como la presión es tal, que para no quedarnos fuera del entramado social, asumimos como verdades hechos no probados, ni experimentados. Un espíritu crítico que nos explica que no hay porque adaptarse si lo que nos rodea no nos gusta.
Su lectura me relajó y rescató mi sentido del humor.
Mi recomendación : no leáis el uno sin el otro.
Pero ¿y el paralelismo del que hablo en el título? Cuando reflexionaba sobre este escrito me vino a la mente otro libro y autor muy famoso que también tuvo una sonora réplica en el mundo de la narrativa. Se trata de un autor que ocupa muchas portadas en la actualidad. Premio Nobel de Literatura en 2010, nacido en Perú,candidato a la presidencia de su país por un partido de derechas. Si,claro hablo de Mario Vargas Llosa.
Este señor tiene sobre si una biografía con cierta carga incestuosa. Se casó con su tía Julia Urquidi y más tarde con su prima Patricia Llosa. Lo que importa de esto por lo menos a mi, es que en 1977 publicó una novela titulada " La tia Julia y el escribidor" .
Es una historia con contenidos autobiográficos en la que su tía y mujer no sale bien parada. Julia Urquidi cinco años después publicó su réplica " Lo que Varguitas no dijo". Fue un éxito editorial en su país. En él relata la cara oculta de su idílica historia de amor y que ella fue la que le ayudó a convertirse en un genio de la literatura (nadie discute su gran capacidad para escribir historias muy bien contadas). "Me esforcé mucho, el talento era de él , pero el sacrificio mio. Tenia que obligarse cada día a que se sentará a escribir ".
LO DICHO :CURIOSOS Y PEDAGÓGICOS PARALELISMOS.
ALEJANDRA ( GRUPO de lectura Asociación Oreka )