Que el cerebro no es una masa informe y que dividida en áreas cada una tiene una función específica lo sabemos a raíz del trabajo que desarrollaron los neurólogos con los soldados que volvían heridos del frente en la Primera Guerra Mundial.
Por las disfunciones que presentaban según sus heridas supieron del papel de los lóbulos occipitales en el sistema visual y que la parte izquierda del cerebro maneja la mitad derecha del cuerpo y viceversa.
Estamos considerando el cerebro mirado de frente y así vemos los hemisferios cerebrales
Paul Broca un investigador que hizo un formidable trabajo post-morten en 1861 con un hombre que en vida padecía de afasia y que sólo podía pronunciar la palabra "tan" consiguió identificar una zona en el hemisferio izquierdo conocida en la actualidad como " el área de Broca" que es la responsable del lenguaje. Este fue el punto de partida vital para el estudio pormenorizado del cerebro por áreas.
Paul Broca
Roger Wolcott Sperry fue un neurocientifico y psicólogo de Estados Unidos que recibió el Nobel de Medicina en 1981. El demostró que el cerebro se especializa, que cada mitad asume diferentes funciones, pero no funcionan independientemente sino que se complementan. Digamos que se compenetran para ahorrarnos trabajo y esfuerzos.
Ahora sabemos que el hemisferio derecho se ocupa de las actividades que requieren el uso de la intuición, habita la capacidad para reconocer la música, la visión espacial, el ritmo, el color, la imaginación la creatividad, la abstracción.
Es el que aprende, el que nos hace innovar, el que no controla el tiempo. Gracias a su trabajo acumulamos experiencias y nos hace que tengamos un piloto automático para resolver sin esfuerzos algunos problemas y situaciones cotidianas que para muchos niños y jóvenes pueden ser difíciles de ejecutar.
Nuestro lóbulo izquierdo se ocupa del análisis . Se ocupa del orden secuencial , de la lógica, de la gramática, de las matemáticas, del lenguaje entre otras cosas.
También sabemos que se comunican entre sí constantemente a través de un conjunto de fibras nerviosas llamado "cuerpo calloso". No hay un hemisferio mejor que otro, los dos son complementarios y el resultado del buen funcionamiento del cerebro depende de la calidad comunicativa que se establece entre los dos hemisferios.
- Cómo dato a tener en cuenta quiero apuntar que lo que hasta ahora se conoce como cuerpo calloso en el cerebro de las mujeres es más denso ; es decir , tenemos algunas ventajas debido a una comunicación más fluida en nuestro género que nos posibilita que nos desenvolvemos mejor en ciertos asuntos. Somos capaces de escuchar varias conversaciones a la vez y prestar atención a todas. Captamos más información en el mismo momento, de ahí vine algo que ya comienza a ser un tópico en la idea de que las mujeres podemos hacer varias cosas a la vez y los hombres estén más disminuidos (en otras nos aventajan). Esta idea es tan sólo una generalización que no explica todos los comportamientos individuales.
Además de esta lateralización del cerebro somos diestros y zurdos. En nuestra sociedad ( no en todas) predominan los diestros y solo una persona de cada 13 es zurda y predomina en ellas el hemisferio derecho y en las diestras el hemisferio izquierdo.
Los griegos fueron los primeros que nos etiquetaron como " animales racionales" hecho que ha contribuido a través de los siglos que se olvidara nuestra otra mitad o por lo menos no se diera tanta importancia a nuestra intuición y creatividad.
Nuestra cultura presiona, los niños de corta edad son maravillosamente imaginativos y creativos, pero poco a poco los dictados que asumen las instituciones educativas para seguir alimentando un sistema que premia la lógica y la razón va menguando la parte creativa de los pequeños/as. Esto produce desde la infancia un claro desequilibrio entre los hemisferios.
La intuición no funciona por procesos secuenciales sino que aparece súbitamente por la acumulación de la experiencia pero frecuentemente es rechazada por una cultura que pone mucha exigencia en el desarrollo del hemisferio izquierdo.
De hecho sabemos que algunos descubrimientos científicos muy importantes se dieron por intuición.
Sin embargo frecuentemente se nos olvida. ¿Habéis oído decir a alguien como reproche. Por favor! no seas tan lógico! Sin embargo Por favor ¡no tengas tanta imaginación!
Crece en mi la preocupación por este tema. La tendencia actual se recrudece. Busquemos el equilibrio. Potenciemos la creatividad y la intuición que de la lógica ya se ocupan desde que nacemos.
Como epílogo a este pequeño artículo que no tiene como objetivo clarificar nada, sino reflexionar sobre la complejidad de nuestros comportamientos me gustaría decir que esta moda de los 70 que ahora retorna sobre el mundo emocional y afectivo nos está haciendo disfrutar mucho a las personas que nos gusta este entramado humano porque asistimos a un momento muy prolífico de investigaciones, artículos y publicaciones. Esto posibilita ampliar el espectro del conocimiento. Escuchar, leer y estudiar diferentes aportaciones desde la suma y no desde el descarte. A estas alturas sabemos que no hay verdades únicas y que desconocemos mucho más de lo que conocemos.
Y mientras escuchemos a nuestra intuición que es la voz de nuestra experiencia y juguemos a emocionarnos a través de ella.
ROSA ( FACILITADORA ASOCIACIÓN OREKA)
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